domingo, 24 de agosto de 2014

A TI, MUNDO

No quiero hablar
a quien no quiere escuchar.
Prefiero crear un caparazón
ahogado en ensimismamiento avinagrado.
Hay días que soy anarquista
otros soy anárquica.
De repente en este semáforo
carcajadas por un absurdo mundo.
Qué efímera y eterna
esta organización social.
Qué gracia compararnos con una manada de lobos.
¡Qué similitud!
Qué dúctil este engranaje
qué miradas perdidas
absortas en un reloj que no avanza
o que no para de pasar millones de facturas.

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