Extraño
tus miradas de la vida pasada,
de
hoy mismo y de mañana.
Tu
cuerpo es un camino eterno
que
no me canso de recorrer
tu
cintura mi parada donde recapacito
sobre
“ser o no ser”.
Los
días pasan ausentes y presentes
no
dejo de insistir en la tura[1]
de nuestro encuentro
tura literatura,
renovación…
En
lo capacitados e idóneos
para
soñar despiertos y vivir soñando.
[1] Tura: extraído del capítulo 73 de
Rayuela (Julio Cortázar): «Nuestra verdad
posible tiene que ser invención, es decir escritura, literatura, pintura,
escultura, agricultura, piscicultura, todas las turas de este mundo. Los
valores, turas, la santidad, una tura, la sociedad, una tura, el amor, pura
tura, la belleza, tura de turas. En uno de sus libros Morelli habla del
napolitano que se pasó años sentado a la puerta de su casa mirando un tornillo
en el suelo. Por la noche lo juntaba y lo ponía debajo del colchón. El tornillo
fue primero risa, tomada de pelo, irritación comunal, junta de vecinos, signo
de violación de los deberes cívicos, finalmente encogimiento de hombros, la
paz, el tornillo fue la paz, nadie podía pasar por la calle sin mirar de reojo
el tornillo y sentir que era la paz. »
Arte... lo que tu haces. Ánimo y sigue escribiendo. Desde este momento tienes una nueva seguidora. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Amparo! La recompensa de esto es que personas como tú me lean. Abrazotes mil!
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