Me enrollo en una manta
y desaparezco…
Me enrollo en el
silencio
y muero…
Lentamente muero.
Me enrollo en
banalidades,
discursos que me retan
a un enfrentamiento…
Y vuelvo a morir.
Me enrollo en esferas
sutiles de sentimientos
y me adorna lo bohemio,
me oscurece el ideal,
me mata de nuevo… Pero,
esta vez, un sueño.
Lloro, río, creo.
Pero muero en
conversaciones llenas de ingenuos.
Froto libertades, abogo
por un diablo que rompe con estructuras mentales.
Pero muero, caigo, peco
de ideario.
¿Mundos mejores? Mi
lucha es eterna, o efímera…
No lo sé.
En cada frase llena de
asimiladas nociones
yo muero.
Y sigo creyendo en el
sueño.
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